CONSIDERACIONES
GENERALES SOBRE PASTOS
La gran mayoría de los
hatos, especialmente los ubicados en las sabanas. Basan su explotación en el
sistema extensivo tradicional, caracterizado más comúnmente por poseer grandes
extensiones de tierra generalmente de pastos naturales y baja carga animal por hectárea, o bien medianas
extensiones con inadecuada capacidad de sustentación de sus rebaños.
Actualmente, con el mejoramiento de los
precios de la carne y la leche, muchos
ganaderos están comprendiendo la ventaja que significa mejorar el manejo ,
alimentación del ganado. Esto ha despertado en e el interés por sembrar pastos
y los ha llevado , aceptación de las recomendaciones técnicas para incrementar
o iniciar el establecimiento de pastos mejorados en sus fincas, con lo cual
alcanzan las siguientes ventajas:
Mayor valor a la propiedad.
Mejor alimentación del ganado.
Posibilidad de implantar prácticas de
conservación de forrajes, tal como la
henificación, lo cual permitirá: a) reducir los costos de la
alimentación durante el verano. y b) uniformizar el suministro alimentación
durante el año.
Mayor producción y productividad del hato.
El ganadero práctico debe entender que no
sólo necesario conocer el manejo de sus animales, también ser un buen
agricultor. Como es sabido, explotación
bovina depende en buena parte de la posibilidad de forrajes. En especial de
pastos, los cuales al igual que otros
cultivos necesitan se les dispense un mantenimiento adecuado.
Ahora bien, en la actualidad un buen
ganadero no conforma con sembrar pastos, sino que ha decidí diversificar la
explotación ganadera y la tendencia de
la producción de otros cultivos,
en especial cereales como el maíz y el
sorgo; rubros que ofrecen tres ventajas importantes:
1. Asegura ingresos adicionales cuantiosos durante la época de invierno.
2. Mejora el suelo.
3. Después
de la cosecha del cereal queda
la soca alimenticio, cuya utilización por el rebaño puede prolongarse
hasta el verano, reduciendo enormemente
los costos de alimentación.
Este sistema de producción ha dado excelentes
resultados en el estado Guarico y está comenzando a implantarse entre los
ganaderos más progresistas en los Estados Monagas y Anzoátegui.
¿Por
qué sembrar pastos?
El ganadero nuestro, generalmente sabe que su
negocio está en el ganado y sus pastos. Sin embargo, algunos en la creencia de
que a pesar de no sembrar pastos mejorados y de realizar gastos mínimos en
el mantenimiento de su rebaño, han
venido obteniendo beneficios, se muestran reacios a comenzar la introducción de
mejores pastos, y aducen que no está muy lejos de estar haciendo un buen
negocio. Es decir, invirtiendo un mínimo de recursos obtiene ganancias, que
actualmente son mayores con el incremento
de los precios de la carne y la leche.
En algunos casos el ganadero puede estar en
la razón, sobre todo aquél que dispone de grandes extensiones con una baja
carga animal por hectárea de pastos
nativos; o en otros casos, el ganadero por las
características topográficas propias de la finca, puede dividir el terreno en varias áreas de
pastoreo, según la época del año y hacer un aprovechamiento de esos recursos.
Igualmente, donde el terreno es propicio se da el caso de hatos que con un
mínimo esfuerzo, disponen de grandes extensiones de pastos como
"guinea" y "yaraguá", cuyo establecimiento ha sido posible
gracias a la viabilidad y facilidad de propagación de sus semillas. Esto, unido
a un buen manejo permite al productor obtener óptimos beneficios de la
explotación, a veces sin la necesidad de sembrar adicionalmente otros pastos.
El peor de los casos es el de aquellos hatos ubicados en áreas de la sabana
donde sólo predominan pastos nativos de escasa cobertura y pobre valor
nutritivo, lo cual incide negativamente en la rentabilidad de la explotación,
determinando por tanto la necesidad de establecer mejores pastizales.
En la actualidad, con el mejoramiento de los
precios, el ganadero inteligente que dispone de recursos está pensando más en
la expresión no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy y está iniciando o incrementando la siembra
de pastos mejorados, aprovechando el bajo costo actual de los fertilizantes, de
la semilla y de la mano de obra.
La necesidad de sembrar pastos proviene de la
poca o baja capacidad de sustentación del pastizal existente y/o del deseo del
ganadero de hacer más eficiente la capacidad de conversión alimenticia de sus
animales, mediante la sustitución del pasto nativo de bajo valor por otro de
mejor calidad.
Al establecer pastos, automáticamente el
ganadero está incrementando la capacidad de sostenimiento de la finca, lo cual
repercutirá en el mejoramiento de la reproducción del rebaño, de la producción
y por ende en mayores beneficios económicos.
Una buena alimentación, se logra de una
manera práctica y económica, sembrando pastos de buena producción, pero además
de buena calidad; requisitos estos que no pueden ser satisfechos por los pastos
nativos, los cuales no son adecuados para corte y/o conservación. Entonces, lo
conveniente es sembrar pastos de buena producción y calidad, pero estando
seguros de su adaptabilidad a las condiciones de suelo y clima del hato o del
área, si se trata de un amplio programa de siembra.
Sembrando pastos apropiados en el momento
oportuno para lograr su rápido establecimiento, se obtienen los siguientes
beneficios:
Mayor capacidad de sustentación del hato.
Menor costo de alimentación al reducir la
compra de heno (generalmente de baja calidad) y de alimentos concentrados.
Disminuye la mortalidad por efecto de una
adecuada alimentación del rebaño.
Aumenta los índices de fertilidad del pie de
cría.
Permite mejores pesos en los becerros al nacer
y un mejor ritmo de crecimiento.
Mejora la producción y calidad de la leche.
Prolonga la lactancia de las vacas.
Permite cebar su ganado en la propia finca.
¿Cuándo sembrar?
En general, la mejor época para sembrar es a
la entrada de las lluvias, porque así se permitirá al pasto aprovecharse todo
el invierno, logrando su establecimiento más rápidamente. Sin embargo, uno de
los graves problemas que confronta el ganadero es la disponibilidad de semilla.
En el caso de los pastos cuya propagación se hace por semilla vegetativa existe
la limitación de que su producción se realiza durante la época lluviosa, lo
cual hace necesario esperar que la semilla esté en condiciones adecuadas para
su cosecha (esto implica que el inicio de la siembra es retardado), y en el
caso de la semilla sexual el factor más limitante es la escasez y mala calidad,
antes que el precio que también es elevado.
Cuando se siembra a mediados o al final del
invierno, as posibilidades de éxito son menores, ya que la falta de humedad va
a imposibilitar el aprovechamiento de los nutrimentos del suelo, afectando así
el crecimiento del pasto y postergando su utilización por los animales
posiblemente hasta el próximo invierno. Si la siembra tiene lugar a mediados
del invierno, es posible lograr el establecimiento del pasto también a medias;
es decir, la semilla germina y logra crecer, pero no lo suficiente como para
asegurar una cobertura total del suelo.
En este caso, las malezas y la falta de humedad limitan su crecimiento.
Lógicamente, esto no es una regla, ya
que hay pastos y épocas excepcionales que definitivamente determinan el éxito.
En el peor de los pasos, si la siembra ocurre al final del invierno la semilla
germina y posiblemente logre crecer algo, hasta que la falta de humedad y las
altas temperaturas, en especial la de los suelos arenosos (tal como el que
predomina en las sabanas de la región nor-oriental), termina con las débiles
plántulas.
¿Cuánto sembrar?
Una vez que se ha comprendido la necesidad de
sembrar pastos, cualesquiera que sean las razones, la respuesta acerca de la
cantidad de pasto a establecer debe corresponderse, primero con la elección del
o los pastos, y segundo determinando la cantidad a sembrar.
La cantidad de pastos a establecer, expresada en hectáreas dependerá en
todo caso de:
La carga animal (unidades animales, U.A.)
existentes, y los objetivos y metas de la explotación.
Vegetación utilizable existente.
Sistema de explotación: extensiva,
semi-intensiva, intensiva.
Tipo de explotación: carne, leche o doble
propósito.
Sistema de alimentación utilizado o a utilizar
.
Maquinarias y equipos disponibles.
Indudablemente, mientras mayor es la
abundancia pastos será más fácil la uniformización del suministro de alimento
al rebaño durante el año, y por tanto se
de alimento al rebaño mejor alimentado.
Por otra parte, se puede utilizar
el excelente para
ser vendido como heno a otros
productores.
¿Cuáles
pastos sembrar?
Esta es quizás una de las cuestiones que
requiere mayor análisis. Sin embargo, a
manera de orientación, la elección de los pastos va a depender de los
siguientes factores:
Climatología del área donde está ubicado el
hato.
Topografía y textura del terreno.
Fertilidad y humedad del suelo.
Sistema y tipo de explotación.
Maquinarias y equipos disponibles.
pH del suelo, y factibilidad práctica y
económica de su modificación.
Si el ganadero no posee suficiente
experiencia, recomendable es buscar el asesoramiento de un profesional
conocedor de la materia a objeto de no peder esfuerzo. tiempo y dinero, como
suele ocurrir.
Las sabanas de la región nor-oriental, al
igual los llanos de Apure, Guarico, portuguesa, Barinas y Bolívar, están caracterizados por poseer en
pastos autóctonos más importantes, varias es de los géneros: Trachípogon,
Andropogon, Saeta, etc., conocidos comúnmente como peluda", los cuales son
de bajo valor nutritivo. No obstante, en estas sabanas pueden encontrarse donde
pastos cultivados como "Yaraguá" y son muy comunes y se desarrollan
bastante incluso sin un manejo apropiado desde el punto de su fertilización y
del pastoreo mismo.
Los pastos "Guinea" y
"Yaraguá" son considerados apropiados para el pastoreo de bovinos,
dada su alta producción y excelente calidad, de allí que donde su
establecimiento y propagación inducida espontánea ofrece ventajas al ganadero,
debe en lo posible dispensársele un manejo adecuado a fin de asegurar su
persistencia.
En condiciones donde prevalece la paja
peluda y ganadero dispone de recursos para su sustitución parcial o total por
pastos mejorados, lo más aconsejable es buscar el asesoramiento de un
especialista que interpretando los análisis de suelo y considerando los,
factores antes señalados pueda indicarle el o los pastos a sembrar .
Existen otros pastos (gramíneas y
leguminosas), Siendo los primeros mayormente conocidos y difundidos entre los
ganaderos en las diferentes regiones del país. Entre las gramíneas más comunes
se pueden citar:
Gramíneas
De porte bajo
De porte alto
De porte alto para corte
Pangola
Guinea
Elefante
Pangola swazi
Sabanero
King grass
Estrella
Yaraguá
Cadillo bobo
D. xumfolozi
Las leguminosas cultivadas son poco
utilizadas pastoreo de vacunos en la región nor-oriental. En la
Mesa de Guanipa existen algunas experiencias en hatos donde se ha
establecido más de 200 hectárea una asociación de la gramínea swazi, Digitaria
swazilandensis con las leguminosa siratro (Macroptilium atropurpureum), la cual
ha dado buenos resultado desde el punto de vista agronómico. Otras
leguminosas de importancia zootécnica
están todavía los de investigación en las Estaciones Experimentales y
universidades del país, en especial de la regio nor-oriental.
En materia de recomendaciones sobre cuales
pastos sembrar, no existe una receta
general y como anteriormente, ello
depende de muchos factores.
Por ejemplo, si un ganadero posee una
explotación cuyo objetivo es producir carne, llevando su becerros hasta la fase de maute o novillo cebados,
vista base de pastoreo; indudablemente que ello no podría lograrse mediante el
pastoreo de los pastoreo de los pastos nativos comunes en la sabana. En este
caso es indispensable proceder a la
sustitución de este pastizal por otro más productivo. ¿Cuál? depende de la
climatología o estructura, fertilidad y topografía del suelo.
Si este mismo ganadero se da cuenta que debe
hacer más eficiente el engorde de estos animales; es decir, lograr peso en menor tiempo, entonces debe pensar en la
estabulación o semi-estabulación por un período corto de tiempo. Para ello ha
de considerar el establecimiento de pastos para corte, el cual debe suministrar
repicado directamente en los comederos; de esta forma los animales agotan menos
energía, mejoran enormemente su eficiencia alimenticia y por ende alcanzan
mayor peso. También se puede pensar en el suministro de heno de buena calidad y
algún alimento concentrado adicional. Todo depende de las disponibilidades
económicas del productor.
Si se trata de una explotación lechera, es
lógico pensar además de los potreros establecidos con pastos para pastoreo, en
un área para la siembra de pastos de corte bajo riego, puesto que esta
actividad requiere del suministro de pasto fresco de alta calidad. Más
criterios para la selección de los pastos a sembrar se ofrecerán más adelante
cuando se detalle las características de cada uno de los pastos.
Prácticas aconsejables para el mantenimiento
del pastizal
El establecimiento de un pastizal aunque sea
en una pequeña área es muy importante para la finca, porque esta pequeña área,
si se mantiene adecuadamente puede producir material (semilla) suficiente para
ir cultivando progresivamente extensiones cada vez mayores. A veces suele
observarse casos de ganaderos, que disponiendo de una extensión de 600
hectáreas y 400 cabezas de ganado, entusiasmados momentáneamente con un pasto,
como ha sucedido con "elefante" y hasta con "pangola",
proceden al establecimiento de 2 hectáreas o más (20 ha en el caso de la
pangola) y luego, cuando tienen necesidad introducen los animales en estas
pequeñas áreas, cuyo pastoreo muy frecuente termina agotando el pasto. Para
lograr el mantenimiento del pastizal es necesario un manejo adecuado que debe
incluir:
1. Abonamiento en el momento
oportuno con los elementos requeridos por el pasto, según su estado y el
balance de nutrimentos en el suelo.
2. Sistematización del
pastoreo a fin de evitar daños al pasto y al suelo.
3. Implantar prácticas de
control de malezas y plagas, si es requerido.
4. Utilización del pastizal
apropiadamente. Por ejemplo no usar el pasto "elefante" para pastoreo
directo y con una alta frecuencia. En caso de usarlo, debe ser compensado con
un corte de uniformidad, abonamiento y dejarlo en descanso. Recuerde que el
pasto "elefante" es especial para corte y en nuestras condiciones su
producción depende del riego.
5. Evitar en lo posible la
permanencia de animales en los potreros durante el verano, a menos que disponga
de superficie abundante de pastos que el ganado puede consumir como heno en
pie. Durante el verano el pasto está seco y su valor nutritivo es bajo, de allí
que es preferible cosecharlo para henificar cuando está en buenas condiciones.
6. Cada pasto requiere de un
tratamiento distinto y su producción puede variar entre otros factores, por
efecto del suelo y del clima. Por ello debe tenerse presente las exigencias de
cada pasto antes de decidir su establecimiento.
7. Resembrar aquellas áreas
donde el sobrepastoreo ha agotado al pasto. De lo contrario, las malezas
comenzarán a invadir los potreros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario